Estar enganchado al correo electrónico tiene sus ventajas e inconvenientes. Es una forma de agridulce hiperconexión que te hace perder mucho y valiosísimo tiempo, pero que te permite estar en muchos sitios simultáneamente sin tener que moverte de tu sillón. Y te adelanta acontecimientos que están por venir.
Dos de febrero, once y media pasadas de la mañana. La bandeja electrónica de mi googlemail da señales de vida. Ha recalado en ella un mensaje de aristas vitalistas-filosóficas:
"Hace ya 50 anyos que Frank Drake comenzo con sus investigaciones y paso de ser un loco a ser respetado en su entorno. Mi propuesta es desde luego menos cara y la recompensa llega de modo inmediato.